Coco Chanel, la renombrada diseñadora, no solo dejó su impronta en prendas emblemáticas en el amplio mundo de la moda, sino que también reveló un aspecto menos conocido de su personalidad: su arraigada creencia en la
astrología.
Chanel, identificándose como Leo, el quinto signo zodiacal, fusionó su identidad con el simbolismo del león y el número cinco, fundamentales en su ADN creativo. Esta conexión astrológica trascendió las palabras, manifestándose en la creación de broches y joyas que capturaban la majestuosidad del león.
Además, los botones vintage de sus prendas se convirtieron en lienzos estampados con la presencia distintiva de estos felinos, revelando cómo la astrología tejía su hilo en la trama de la moda chanelista. Desde los desfiles notables hasta la colección Bijoux de diamantes de 1932, donde las estrellas se entrelazaban con su visión, Chanel no solo era diseñadora, era narradora de historias astrológicas.
En esta amalgama única de creencias y creatividad, el perfume Le Lion de Chanel cobra vida. Olivier Polge, Perfumista de Chanel, ha capturado magistralmente la pasión de Gabrielle Chanel por el León como símbolo y guardián de su mundo. Para Polge, este felino representa la elegancia y fortaleza suprema, cualidades que se manifiestan con su sola presencia, al
igual que los perfumes orientales de refinada intensidad, suaves, cálidos y sofisticados. Le Lion, con sus deslumbrantes notas cítricas de salida, da paso a una embriagadora calidez que abraza con dulzura y sensualidad, transmitiendo indudablemente seguridad a quien lo lleva consigo. Además de Chanel, otros diseñadores de moda como Dior o Schiapparelli creían en el esoterismo.