Descubre Le Grand Tour: Una Experiencia Inolvidable para los Jóvenes Aristócratas del Siglo XVII al XIX
Explorando Europa con Elegancia y Conocimiento
Le Grand Tour fue una costumbre, muy extendida entre los siglos XVII y XIX, que se daba entre los jóvenes aristócratas y de familias pudientes, que consistía en recorrer Europa y cuyo destino final era Italia. Es lo que sería el actual Interrail que muchos jóvenes realizan al finalizar un curso académico o como viaje de fin de curso, o más bien un Erasmus por su carácter académico.
El viaje serviría para conocer las raíces de la cultura clásica europea, y que debían realizar al menos una vez en la vida. Era un viaje que realizaban en compañía de un tutor o un familiar cuando alcanzaban la mayoría de edad, que entonces eran los 21 años.
El Tutor como Guía y Testigo
El tutor tenía una doble función, controlar al joven que viajaba para que no se perdiera en todos los estímulos y placeres que podría descubrir por el camino, evitar llevarlo por el camino del pecado y el libertinaje, y por otro, que sirviera de testigo de que el viaje se había realizado, para constatar su veracidad. Es por ello, que el acompañante guía debía haber realizado el viaje con anterioridad, y preferiblemente más de una vez.
Desde la Educación hasta el Prestigio Social
La primera vez que apareció el término data del año 1670, donde se habla de un viaje que realizaban los jóvenes aristócratas británicos como parte de su formación, ya que el prestigio de las universidades había decaído y servía para aumentar su conocimiento en lenguas extranjeras, así como en una educación cultural, de forma que empezaban su formación universitaria a la vuelta. Dependiendo del presupuesto del viajero, podía durar desde meses hasta años, sirviendo de época de esparcimiento previa a la adultez y el matrimonio.
Las motivaciones para viajar eran muy variadas, aunque la educación fuera la principal, destacar el encuentro con la cultura clásica, problemas de salud (la melancolía era la principal dolencia psicológica de la época), el prestigio social, aficiones relacionadas con las artes, necesidad de evadirse, incluso a veces la necesidad de encontrar la identidad sexual. Sin embargo, por encima de todas ellas, incluso de la educación, estaba el prestigio social.
Itinerario Cultural Obligatorio
El recorrido debía incluir, casi de manera obligatoria, Francia e Italia, para conocer las modas del continente en su estado más puro, por lo que solían empezar en Calais donde se dirigían hacia París y bajando hacia Lyon y Aviñón, hacia la Provenza y Languedoc. También se podían incluir visitas a Suiza, Ginebra más concretamente.
En cuanto a Italia, se solía pasar en Turín, Milán y Venecia, bajando hacia Florencia para admirar las obras Renacentistas, Roma con su historia antigua y su arte, para finalmente bajar hasta Nápoles e ir a visitar las ruinas de Pompeya. La vuelta se podía hacer en barco directamente o subiendo por los Alpes hacia Alemania, Suiza y Austria.
El objetivo no era estudiar en las universidades de las ciudades que visitaban, sino conocer y comprender las costumbres de otros lugares para luego compararlas con las propias.
Adquisición de Souvenirs: De Mapas a Arte Antiguo
Otro de los puntos clave de Le Grand Tour era la adquisición de souvenirs o recuerdos, que podían ser desde pequeñas piezas de arte antiguo hasta grandes retratos. Existían dos razones para obtener estos recuerdos de los viajes realizados.
La primera era la utilidad de los elementos elegidos, como mapas, planos, que servían para poder conocer y visitar mejor la ciudad en cuestión, y la segunda, recuerdos del viaje como grabados, cuadros u objetos peculiares, dejando constancia en ambos casos de que dicho viaje había sido realizado.
En Italia, el auge de algunas profesiones como escultores y restauradores se dio gracias a esta corriente, creando las bases para la industria que actualmente conocemos.
Francis Bacon y le Grand Tour
Francis Bacon en su ensayo titulado “Of travel” indicaba que no era aconsejable permanecer mucho tiempo en un mismo lugar, pero sí crearse un círculo de amistades y conocidos que sirvieran como contactos para el futuro.
Mientras que Italia y sus ciudades eran la base del conocimiento artístico y científico, Francia, con su capital París como centro, eran la base de las relaciones sociales y los encuentros con la alta sociedad donde podían hacer grandes contactos, aprender a desenvolverse en estos escenarios y a refinar sus comportamientos.
Le Grand Tour en el Siglo XVIII: Ilustración y Nuevos Horizontes
La edad de oro de Le Grand Tour vino en el siglo XVIII con la llegada de la Ilustración, con sus nuevas formas de pensamiento, educación y conocimiento. Por lo que viajar era, para los futuros hombres políticos, una forma de conocer otros gobiernos y corrientes de pensamiento que debían conocer y de las cuáles recabar información, para conocer la relación del hombre con el mundo.
Además, la geografía era una de las disciplinas más de moda en la Inglaterra del momento, por lo que las publicaciones sobre viajes tenían mucho éxito. Los itinerarios se estandarizaron, los gobiernos subvencionaban los viajes y apareció en escena le Petit Tour, con precios más asequibles y se creó el primer “paquete turístico”, cuyo recorrido era París, Bruselas y Ámsterdam.
De la Formación al Divertimento: Cambios en la Era Industrial
Sin embargo, con el paso de los años y la llegada de la Revolución Industrial se consiguió la mejora de las rutas marítimas y de las infraestructuras de ferrocarriles y otros transportes, permitieron abaratar costes y con ello que los burgueses y las clases medias-altas pudieron emprender estos viajes.
De esta forma, Le Grand Tour que tenía como objetivo una formación no formal, fuera de las universidades, principalmente sobre arte, cultura, costumbres y sociedad, pasó a ser un viaje de divertimento, en el que los viajeros visitaban ciudades y regiones sin un objetivo claro y definido, más allá del disfrute. Pasó de ser un viaje ilustrado a un viaje romántico, buscando el disfrute de los sentidos, la experiencia turística tal y como la conocemos actualmente.
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