Nicolaus Copernicus: Pionero del Cambio Cultural y Científico en la Astronomía
El Legado de Copernicus en el Renacimiento
En el tejido luminoso del Renacimiento, emergió un hombre cuyo legado trascendería los límites del tiempo: Nicolaus Copernicus. Esta polímata renacentista, con un espectro de intereses muy amplio. Su campo de estudio abarcaba desde la medicina, las matemáticas, pasando por el derecho canónico y la filosofía, tenía experiencia como economista y diplomático, hasta las artes, y sembró las semillas de una revolución en la astronomía que impactaría profundamente el panorama cultural y científico de su época.
El Encuentro con la Astronomía y la Astrología en Italia
Sin embargo, la disciplina que mayor interés inspiró en Copérnico fue la astronomía y la astrología. La descubrió durante sus años de estudio en Italia, cuna del Renacimiento, por aquel entonces era un hervidero de nuevas ideas, hasta el punto de que uno de sus profesores se atrevió a poner en duda las hasta entonces establecidas teorías formuladas por Ptolomeo, hacía más de 1500 años.
Según esta, la Tierra era el centro del mundo y del universo entero, y alrededor de ella giraban los planetas y otros cuerpos celestes que se observaban en el firmamento. Los astrónomos que defendían esta teoría debían hacer malabares para poder cuadrar sus observaciones con dicha teoría y, es por ello, que las falacias resultantes eran cada vez más patentes.
La Teoría Revolucionaria de Copérnico
El visionario científico polaco, durante sus años en las universidades italianas, absorbió las corrientes de pensamiento emergentes que cuestionaban las teorías establecidas, incluida la cosmovisión geocéntrica. Su trabajo minucioso y riguroso, mantenido en secreto durante años por temor a represalias, culminó en una teoría revolucionaria que colocaba al Sol, no a la Tierra, en el centro del sistema solar.
El Desafío a las Creencias Ancestrales
Es por ello, que Copérnico, inspirado por anteriores autores que contemplaron la idea de que la Tierra no fuera inmóvil, y por sus propias observaciones, ofreció una base matemática muy firme, en la cuál defendía que el Sol era el centro del universo y por lo tanto los planetas, incluida la Tierra, eran los que giraban a su alrededor. De esta forma, dejaba de ser el ombligo del universo, y demostró que ésta estaba sometida a 3 movimientos diferentes: alrededor del Sol, sobre sí misma y la declinación del ángulo de su eje.
Tardó 15 años en presentar esta teoría ya que era una persona sumamente metódica y perfeccionista, y realizó cálculos, diagramas y observaciones a simple vista (aún quedaban años para la invención del telescopio) para demostrarla. Con la publicación de sus ideas, no solo se desafiaba a la anterior concepción del universo, si no que se estaba desafiando a Aristóteles y a la propia Iglesia, y por supuesto al sentido común.
Triunfo de la Teoría Heliocéntrista
Si la Tierra se desplaza y gira tan rápido, ¿por qué las cosas caen rectas y no en curva? ¿Y por qué no salimos disparados al espacio? Hubo que esperar a que Kepler, Galileo y Newton lo explicaran. Pasaron 150 años hasta que triunfó la revolución copernicana y el mundo por fin admitió que la Tierra sólo era una peonza más.
Copérnico no solo desafió la concepción geocéntrica del cosmos, arraigada en las enseñanzas de Aristóteles y respaldada por la Iglesia, sino que también influyó indirectamente en la astrología, ya que ambos estaban íntimamente ligados en aquella época, en esencia eran lo mismo.
Aunque su enfoque principal estaba en la astronomía, su teoría heliocéntrica, presentada en «De revolutionibus orbium coelestium», no solo alteró nuestra comprensión del universo, sino que también repercutió en las prácticas médicas y astrológicas del Renacimiento.
La Evolución de la Astrología en el Renacimiento
Durante el siglo XIII, la astrología formaba parte de las prácticas médicas habituales. Tanto es así que los médicos estaban obligados a calcular la posición de la Luna antes de llevar a cabo procedimientos como las cirugías o las sangrías. Combinaban la medicina galénica (del fisiólogo griego Galeno, 129-216 d. C.) y el estudio de los astros. Estas prácticas se mantuvieron hasta pasado el siglo XVI.
Grandes astrónomos como Galileo Galilei, Tycho Brahe y Johannes Kepler, combinaban el estudio de los horóscopos con el de las estrellas, siendo también astrólogos practicantes. A finales del Renacimiento, esta confianza en la astrología fue disminuyendo en favor de las observaciones astronómicas, tras el derrumbe de la física aristotélica y el consiguiente rechazo de la distinción entre el reino celeste y el sublunar.
Keith Thomas escribió: “el mundo ya no se podía concebir como un organismo compacto e interrelacionado; pasó a ser un mecanismo de dimensiones infinitas, del cual había desaparecido irrefutablemente la subordinación jerárquica de la tierra al cielo”. “Los astrónomos eran reticentes a abandonar la satisfacción emocional que proveía un universo coherente e interrelacionado”.
Resistencia a las Ideas de Copérnico y otros grandes Astrónomos
La resistencia a sus ideas, aunque feroz en algunos círculos, no pudo detener el cambio que su teoría desencadenó. ¿Sabías que la aceptación gradual del heliocentrismo allanó el camino para una reconfiguración completa de cómo se concebía el universo? Este cambio paradigmático afectó no solo la astronomía, sino también la astrología practicada por los médicos renacentistas, quienes basaban sus intervenciones médicas en la posición de los astros.
La lucha por aceptar la teoría de Copérnico, ilustrada por el caso de Galileo Galilei y su enfrentamiento con la Inquisición, también reflejó la resistencia a modificar las creencias ancestrales. A medida que la astronomía avanzaba con las contribuciones de Kepler, Galileo y Newton, la visión del universo como un mecanismo infinito e interrelacionado empezó a ganar terreno, dejando atrás las estructuras jerárquicas del cosmos.
Aunque Copérnico no se dedicó directamente a la astrología, su trabajo sentó las bases para el surgimiento de la astronomía moderna como una ciencia independiente de la astrología. Su teoría heliocéntrica no solo desafiaba la visión geocéntrica, sino que también marcó el comienzo de una era en la que la astronomía se separaba gradualmente de las prácticas adivinatorias y se convertía en una disciplina científica respaldada por observaciones, mediciones y experimentos.
El Legado de Copérnico: Un Hito en la Evolución Cultural y Científica
El legado de Copérnico va más allá de la revolución astronómica: representa un hito en la evolución cultural y científica, allanando el camino para la astronomía moderna tal como la conocemos hoy en día, basada en evidencia empírica y riguroso método científico, desligada de las prácticas adivinatorias que caracterizaban la astrología renacentista.
Con su teoría que transformó la visión del universo, abrió la puerta a una nueva era de descubrimientos astronómicos y, sin pretenderlo, dejó una huella indeleble en la historia de la astrología y la astronomía.